Histórica «Tortu»

Dicen que las cosas buenas llegan cuando uno menos lo espera, seguramente en momentos donde las fuerzas flaquean o el viento no sopla a tu favor, pero el destino, a veces caprichoso, suele recompensar el trabajo y el buen hacer.

Hace unos meses, Cristina Gutierrez veía como debido a la crisis del COVID-19 uno de sus principales sponsors se echaba para atrás dejándola sin un Dakar en el que tenía puestas muchas expectativas, más aún tras su extraordinaria actuación en la Baja Andalucía al volante de un Mini de X-Raid. Pero Navidad es una época donde los sueños se tornan en realidad, aunque en este caso no por casualidad, sino como fruto del esfuerzo realizado durante muchos meses.

Una llamada de última hora del equipo Red Bull Off-Road Team USA, en la cual tuvo mucho que ver Sebastien Loeb (su compañero en la Extreme E), para ofrecerle uno de sus competitivos OT3 By Overdrive daba la vuelta a la tortilla en un visto y no visto, además de darla la oportunidad de pasar a formar parte del exclusivo elenco de pilotos Red Bull, con lo que ello implica tanto a nivel deportivo como mediático.

Y Cristina, “Tortu” para las amigas, solo ha necesitado una etapa para destapar el tarro de las esencias y hacer historia al ser la primera mujer en marcar un mejor tiempo de etapa entre los vehículos ligeros, y primera española en hacer lo propio en cualquier categoría del Dakar. Tan solo la ganadora de la edición 2001 Jutta kleinschmidt lo había conseguido, haciéndolo por última vez hace 16 años.

Precisamente la piloto alemana, ahora presidenta de la comisión de Cross Country de la FIA, la esperaba a la llegada del bivouac para felicitarla, algo que sin duda guardará para siempre en su memoria, pues en multitud de ocasiones ha declarado que Jutta ha sido su referente en el automovilismo.

Más allá del hecho en sí, Cristina se encuentra ante una oportunidad de oro en su carrera, uno de esos trenes que no se pueden dejar escapar y que pasan una vez en tu vida. Como diría algún comentarista, la calidad se la cae de las manos, y con la llegada de Red Bull, todos deseamos que esa calidad se transforme en sólidos proyectos que la lleven donde se merece. Y puestos a soñar, ¿por qué no verla en unos años reeditando la gesta de su referente? Madera tiene de sobra para ello