Un campeón del mundo de rallys, se pasa a copiloto en el Dakar
El sueco Emil Bergkvist acompaña al veterano Mattias Ekström

Imagen: X-RAID MEDIA
Para todos los aficionados al motorsport y en concreto al Dakar, hay un mensaje que todos los año esperamos con gran expectación: “Entry List is revealed”
La prueba organizada por A.S.O. es una de esas que esconde sorpresas en todos los sentidos, comenzando por la lista de inscritos, donde más allá de los Sainz, Peterhansel, Nasser y compañía, varios outsiders se dan cita año tras año con el objetivo de probar el sabor más auténtico de la aventura.
De entre todos los nombres uno de los que más destacaba fue el del sueco Mattias Ekström. El doble ganador del DTM o del Mundial de Rallycross figuraba inscrito con un Yamaha YXZ1000R preparado por el mismo equipo encargado de los Mini de nuestro español mas ilustre, X-Raid, en lo que iba a ser su debut en raids.
Bien es sabido por todos que los pilotos escandinavos son, haciendo un paralelismo, todo terreno. Un perfil de deportista en vías de extinción, de esos que corren con lo que sea y donde sea, que no se le caen los anillos por pasar de un vehículo de última factura a uno hecho en un garaje entre amigos en sus ratos libres.
Pero siguiendo con el mágico momento de “estudiar” la lista de inscritos, la sorpresa llegaba a la hora de ver al copiloto de Mattias, Emil Bergkvist. Este joven, nacido en 1994 en la localidad en Gävle, a 170 Kms al norte de Estocolmo sería el navegante del pluricampeón sueco en un desafío totalmente nuevo para ambos.
Bergkvist, como buen sueco, comenzó su andadura con un Volvo sobre las nevadas pistas de los tramos locales, para unos años después encaminar su carrera deportiva al asfalto alemán, donde en su primer año ganaba la Opel Adam Cup que le permitiría dar el salto el FIA ERC una temporada después dentro del equipo oficial. En el certamen continental también arrasó ganando la mitad de las pruebas calendadas, aunque sin duda el momento cumbre de su carrera llegó en 2018 cuando vencía el Junior World Rally Championship por delante de su compatriota Dennis Radström.
Tras un par de temporadas menos afortunadas con vehículos de tracción total, ese gen escandinavo lo volvió a picar cuando recibió la llamada de su compatriota para afrontar juntos la mayor de las carreras, algo que no podía rechazar, pues al fin y al cabo, como decíamos antes, por encima del paralelo 60 Norte, el correr con lo que sea y como sea es su forma de vida.
Una inoportuna rotura de motor en la etapa maratón cuando rodaban en una más que respetable duodécima posición de la general apeó a la dupla sueca de rematar un Dakar que hasta el momento estaba rondando la perfección. Por supuesto, se reengancharon gracias al Dakar Experience para conseguir alcanzar la meta de Jeddah y sumar kilómetros de experiencia… Pero por encima de eso, lo hicieron por que como decíamos antes, correr, lo que sea y de la forma que sea, va en los genes de esta especie de deportistas en peligro de extinción. ¡Viva el espíritu sueco!
Deja una respuesta