El pasado jueves, poco antes de las dos de la tarde, Fernando Alonso sufría un atropello en bicicleta cerca de su casa en Lugano, en Viganello en la Vía La Santa en el cruce de una carretera con un supermercado. El piloto español bajaba por esa Vía mientras entrenaba con su bicicleta, cuando una mujer de unos 42 años giró hacia el parking de un supermercado sin ver que el asturiano bajaba por esa carretera.

Alonso fue rápidamente atendido por los servicios sanitarios y rápidamente trasladado de Lugano a Berna en helicóptero para pasar por quirófano. Afortunadamente, tan solo ha tenido que ser operado para reconstruir el maxilar superior de su mandíbula y la perdida de algún diente. La operación salió perfecta y se puede celebrar que estos sean los únicos daños del asturiano que quedó intacto en las demás partes del cuerpo.

El inicio de temporada parece no peligrar para el español de Alpine en su vuelta a la Fórmula 1. Según los médicos, estas lesiones necesitan unos días de reposo y posteriormente ir metiendo entrenamientos, pero sin contactos con la zona afectada. Según las opiniones de los expertos, el casco no debería de ser un impedimento para la recuperación pese a que el casco apoya sobre la zona de la mandíbula; Puede ser que su mayor problema sea al quitarse el casco o que haya que rehacer el molde de este, la zona afectada suele cicatrizar rápidamente. Pese a ello, Alpine está ya en contacto con Nico Hülkenberg, por si el español no llega al inicio de la temporada.

Otros sustos de Fernando Alonso

No es el único susto que nos ha dado Fernando Alonso. El primero de ellos lo dio en el GP de Brasil de 2003, en el circuito de Interlagos (Brasil), donde dejó aquella foto en la que no subió al podio, pero recibió el trofeo de tercer clasificado en el hospital después del susto que dio. En 2009, también tuvo un susto previo al inicio de temporada, cuando se encontraba en Kenia y el avión en el que viajaba comenzó a fallar, por suerte pudo volver con el jet privado de Flavio Briatore. En el año 2015 sufrió también un accidente previo al inicio de temporada, esta vez en los test de Barcelona, en su vuelta a McLaren en los test invernales, en la curva 4, donde perdió el control de su monoplaza de forma que aún se sigue sin explicar, un lugar extraño y encima llegó a perder el conocimiento y tras unos días en observación, salió sin problemas. Un años después, en la primera carrera de 2016, en el GP de Australia, sufrió el mayor accidente de su carrera, chocó con Esteban Gutiérrez impactando y volcando, un golpe que supuso la rotura de un par de costillas y la perdida de algunos grandes premios aquella temporada. Todos estos accidentes, sin olvidar el sufrido en 2012 en el GP de Bélgica en el que Lewis Hamilton pasó por encima suyo quedando a pocos centímetros de su cabeza (aquellos años sin Halo) y que no tuvo más consecuencias más allá de la perdida de aquel mundial por la mínima.

La bicicleta para Alonso

La bicicleta de carretera es uno de los deportes favoritos de los pilotos ya que les ayuda a mejorar el cardio y de perder el peso suficiente para compensar el añadido del Halo al monoplaza. Pese a que las leyes de protección al ciclista se están endureciendo, en España se ha aumentado la distancia de seguridad de 1’5 metros a 2 metros con consecuencia de puntos si no se cumple. Aún así, sigue siendo un problema vial. El ciclista siempre es el débil del accidente y hay que proteger su vida, hay que agradecer que en esta ocasión no ha habido mayor problema que con el precedente de Nicky Hayden (campeón del mundo de moto GP), las consecuencias podían haber sido mayores.

Cada día hay más aficionados del mundo de la bicicleta en carretera que tienen que sufrir la frase “ve con cuidado” ya que un despiste de un conductor o una mala maniobra puede tener consecuencias mortales. Damos gracias a que Fernando Alonso está bien y que este incidente sirva de precedente a otros muchos.