Da Costa vuelve a la senda de la victoria

La pandemia mundial obligó a Monte Carlo a cerrar en 2020 su capital para cualquier evento deportivo. Sin embargo, un año después, cumpliendo con todas las medidas sanitarias, Mónaco volvió a abrir sus calles para albergar la séptima ronda de la Fórmula E, donde Antonio Félix Da Costa (DS Techeetah) logró la victoria tras una carrera de infarto, ya que el liderato estuvo en rifa hasta la última vuelta. 

Si bien, Mónaco es un circuito donde adelantar significa jugarse la carrera y en la Fórmula E siempre hay hambre de adelantamientos , por lo que las luchas se hacían notar ya que la pista parecía más bien un desguace, llena de restos de monoplaza en los laterales del trazado. Hubo muchos toques e incluso varios sustos importantes, como el choque entre el Mahindra de Alexander Sims con el Porsche de Pascal Wherlein. Sin embargo, la acción que más destacó fue el accidente de René Rast, cuando intentaba adelantar a Cassidy a mitad de carrera, lo que provocó la salida del Safety Car, justo en el mismo momento Da Costa ascendía al liderato utilizando su modo de ataque contra Robert Frinjs (Evision). 

Durante toda la carrera Frinjs y Da Costa combatían por el liderato, a ellos dos se unieron Mitch Evans (Jaguar) y Maximilian Günther (BMW). Pero en la última vuelta, el portugués consiguió adelantar a la salida del túnel a Evans, que en ese momento rodaba primero, y consiguió cruzar la línea de meta en primera posición. 

Por detrás, a pocos metros de la bandera de cuadros, Frinjs también consiguió adelantar a Evans, logrando así la segunda plaza, dejando para el piloto de Jaguar el tercer escalón del podio. Por detrás Jean-Éric Vergne consiguió adelantar a Günther y terminó cuarto, consiguiendo importantes puntos para el equipo franco-chino.

La segunda posición de Robert Frinjs le deja como líder del Campeonato, por delante de los dos Mercedes que se marchan de Monte Carlos sin haber conseguido ni un solo punto, ambos monoplazas no consiguieron terminar la carrera. Por lo tanto jarrón de agua fría para las estrellas plateadas, que ya ponen rumbo hacia la Ciudad de México, dejando atrás el pasado.