Checo Pérez triunfa en Mónaco

La Fórmula 1 debería sentarse y discutir si realmente merece la pena seguir promocionando o no los neumáticos intermedios o de lluvia. Porque lo sucedido en el Gran Premio de Mónaco es realmente vergonzoso.

Minutos antes de la carrera, el cielo de Monte Carlo se encapotó y la lluvia se hizo notar tanto que Dirección de Carrera decidió que la misma comenzase detrás del Safety Car, y que tras dos vueltas los monoplazas volverían a box, supuestamente por las malas condiciones. Entonces, he aquí la cuestión: ¿tanto estudio en seguridad y tanta inversión en neumáticos para qué? 

La carrera comenzó una hora después de lo previsto y de nuevo detrás del coche de seguridad. La pista comenzó a secarse rápido y las paradas en los boxes se precipitaron por las mejoras de las condiciones del trazado. De hecho, fue este punto de la cuestión cuando Ferrari no supo idealizar una nueva estrategia rápidamente y perdió la partida con su piloto local: Checo Pérez, el mexicano de Red Bull Racing, consiguió hacerle una undercut a Charles Leclerc. 

Sin embargo, Carlos Sainz convenció a su caudillo para parar justo en el momento en el que la pista estuviera seca y así pasar directamente a los neumáticos de seco, una decisión correcta para Ferrari pues así pudo solventar los errores con Charles Leclerc. Pero tras su parada, el madrileño se topó con un doblado y perdió muchos segundos, facilitando a Checo a realizar un nuevo undercut y dejando fuera del liderato al cavallino rampante. 

De esta manera, y con Leclerc fuera del podio por culpa de otro error de Ferrari, haciendo entrar al monegasco justo cuando Carlos Sainz estaba haciendo su parada, Checo Pérez se llevó su primera victoria en Mónaco, seguido de Sainz; el tercer puesto fue para Max Verstappen, que vuelve a finalizar una vez más por delante de Charles Leclerc (4º). 

Otro de los pilotos que tiene razones para estar contento es Fernando Alonso. El español demostró su estado de ánimo conduciendo de una forma bastante peculiar, que al principio nadie entendió. El asturiano decidió frenar y reservar neumáticos, tanto que hubo una gran parte de la carrera que entre el séptimo y el decimoctavo puesto solo había 10 segundos de diferencia. En un principio se creía que Alonso tenía problemas con el A522, pero cuando en un abrir y cerrar de ojos comenzó a tirar todos entendimos que se trataba de una lección para el equipo francés, dejando caer la duda: si lo que realmente quiere Alpine es contar con Estaban Ocon y con Lucas Piastri el año que viene. 

Fernando disfrutó mucho frenando a Lewis Hamilton y viendo cómo éste se tiraba de los pelos porque era incapaz de adelantar al asturiano y cómo todas sus opciones se esfumaban, al mismo tiempo que Esteban Ocon tampoco podía hacer nada y que arrastraba una penalización de 5 segundos. Tal vez, este manifiesto por parte del español sea un reproche por todo lo que ha sufrido en este inicio de temporada por parte del equipo, con el tema de las ayudas y los roces en el equipo. Él sabe que es muy complicado que vuelva a ser campeón del mundo, pero quedó demostrado después de este gran premio que sigue siendo uno de los mejores pilotos del mundo. 

La Fórmula 1 se toma ahora una semana de descanso para poner rumbo a Bakú para vivir el Gran Premio de Azerbaiyán.