Nuevo Alpine A110 R: perfecto para los track days
La versión más radical del Alpine A110 es más ligera y más radical, perfecta para disfrutar en circuito. Sin embargo, para el día a día se vuelve en su contra y su precio elevado compite contra modelos más potentes
El Circuito del Jarama ha sido el escenario que Alpine ha escogido para presentar el A110 R. Una edición muy especial que viene así a coronar la gama A110, y está diseñado para ofrecer sensaciones únicas en el circuito sin dejar de estar homologado para su uso en carretera.

Con este nuevo modelo, Alpine competirá directamente con los modelos biplaza y una mecánica más sofisticada, como por ejemplo: el Porsche 718 Cayman GTS y GT4, que incorporan un motor 4.0 de seis cilindros y una potencia entre 400 y 420 CV, mientras que el A110 R lleva un motor 1.8 turbo con 300 CV, capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y con un precio de 107.000 euros. Sin embargo, gracias a su reducido peso puede ofrecer una mayor diversión al volante en circuito.
El nuevo Alpine A110 R se ha sometido a un tratamiento especial para reducir 34 kg, con respecto a la versión A110 S, es decir rebajar su peso hasta los 1.082 kilos. Para ello, algunas piezas como el capó, la luneta trasera y el difusor han sido rediseñadas en fibra de carbono y, por tanto, son específicas de esta versión. Además, la altura es 10 mm menor que la de A110 S, gracias a los amortiguadores ajustables. En definitiva, en una sola palabra, el A110 R viene a significar «radical» y, por lo tanto, las emociones están a flor de piel.
El exterior destaca por azul mate presente en el A522, el monoplaza del equipo BWT Alpine F1 Team. El techo es 100% de carbono con un acabado negro brillante. En el lateral, destacan las llantas de fibra de carbono, concebidas con un triple objetivo: mejorar las prestaciones del coche gracias a una mayor ligereza, optimizar su aerodinámica y aumentar la refrigeración de los frenos. Así se reducen 12,5 kg en comparación con el A110 S. Abiertas en la parte delantera y más cerradas en la parte trasera, las llantas se benefician de un diseño específico y de un desarrollo a medida para obtener las máximas prestaciones dinámicas y una mejor refrigeración de los frenos.
El alerón trasero queda sujeto desde su parte superior mediante fijaciones tipo cuello de cisne, que realzan su carácter deportivo y aportan importantes ventajas aerodinámicas. Menos inclinado, más atrasado y con un ángulo de ataque menor, es un elemento clave para maximizar el apoyo aerodinámico y optimizar la resistencia. En total se ha conseguido reducir la resistencia aerodinámica en un 5% (en configuración de circuito), lo que le permite alcanzar una velocidad máxima récord de 285 km/h.

El interior de Alpine A110 R es completamente de microfibra, incluso el revestimiento de los paneles de las puertas. Unos tiradores de tela rojos sustituyen a los tradicionales y recuerdan al mundo del motorsport. El volante también está recubierto de microfibra, con costuras grises. Los asientos monocasco Sabelt® Track se inspiran también en la competición, con un diseño único y su construcción en carbono con almohadillas de microfibra y costuras grises, equipados con arneses de competición de 6 puntos que proporcionan una sujeción óptima para el conductor y el pasajero.
El circuito es su habitat
La máxima emoción en circuito se consigue gracias a un paso por curva perfectamente controlado a alta velocidad. Gracias a su extrema ligereza, A110 R es progresivo y comunicativo, manteniéndose controlable al límite del agarre. Los movimientos de la carrocería son reducidos, en particular en las fases de frenado. La posición de conducción es óptima, asegurada por los baquets equipados con arneses Sabelt de 6 puntos. El sonido de A110 R es testimonio de la potencia de este impresionante deportivo. Todo es posible con el más radical de los Alpine, el primero de la gama en lograr un 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos.

Menos útil para el día a día
Cuando se vuelve a la carretera se aprecia la rapidez del motor a bajas revoluciones y la fluidez del cambio automático de siete velocidades. En modo ‘Normal‘ se reduce el volumen del escape. En modo ‘Sport‘ y en modo ‘Track‘ el motor alza su volumen e inicia un concierto de explosiones y rugidos que hacen disfrutar de la conducción. Para el día a día se nota la falta de portaobjetos o de un maletero con mayor capacidad. Además, se echa en falta el retrovisor interior debido a que se ha eliminado la luneta trasera.
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